viernes, 11 de mayo de 2012

Lavando papeles...

Hola a todos, hoy os muestro parte del proceso de la técnica del lavado.




Surge la contradicción de pintar y despintar, quedándonos con la huella de lo (des)pintado. La pintura, conducida por el agua, entra a dormir en el papel, para después salir por mediación del mismo agua, llenando su cama de celulosa de sedimentos, restos de pigmento, de color, de vida, de sueño...




Re-utilizando el corral de mi casa del pueblo -mi lugar preferido-, a modo estudio veraniego.





Mil gracias a mi tía María Ángeles Rodriguez Juanes por su ayuda perenne. 



Y a mi abuela por este tentempié, perfecto para seguir pintando. Ante ustedes la famosa Chanfaina.


Y aquí la obra (casi) final, secándose.

Siempre es un lujo trabajar en estas condiciones. 

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